No son las malas compañías sino la mala educación la que “pierde” a los niños

junio 26, 2023

La buena educación de hoy evita males mayores mañana

  • Hazle saber a tu hijo que su opinión cuenta. Aunque sea pequeño, es importante que se sienta escuchado y valorado. También debes hacerle entender que debe respetar las opiniones y decisiones de los demás. De esta forma estarás sentando las bases del respeto.
  • Pon normas y hazlas cumplir. Un niño que crece sin normas no es feliz, simplemente porque no sabe qué se espera de él y cómo orientar su comportamiento. Por eso, es importante que los padres establezcan ciertas normas que garanticen que todos los miembros del hogar se sientan a gusto y se respetan.
  • Educa con amor. Es posible disciplinar con amor, hazle entender a tu hijo que estás castigando su comportamiento, no su persona. Es importante que sepa que aunque se haya equivocado, le quieres igualmente.
  • Dedícale tiempo de calidad. Durante los primeros años de vida los niños desarrollan su patrón de apego, que después mostrarán en el resto de las relaciones que establezcan a lo largo de su vida. Por eso, es importante que le dediques tiempo, que le hagas sentir seguro y que te mantengas al tanto de sus necesidades emocionales.

GRAFOMOTRICIDAD PARA ENTORNOS DIGITALES

junio 20, 2023

Facilitando la Autonomía.

May 2, 2023

La autonomía no se consigue de la noche a la mañana, sino que se ejercita a diario. Nuestro rol es crear las condiciones favorables para que los niños logren sus propias experiencias.

Beneficios de fomentar la autonomía en los niños

  • Aprenden a valerse por sí mismos, lo cual repercute en su sentimiento de autoconfianza y en su autoestima.
  • Conocen los sinsabores del “no poder” y esto los alienta a volver a intentarlo. Al mismo tiempo, aprenden a desarrollar la tolerancia a la frustración.
  • Toman conciencia del sentido del esfuerzo y de la responsabilidad: comprenden que hay logros que se consiguen con el trabajo duro y que todas las acciones tienen sus consecuencias.
  • Reconocen sus habilidades y despliegan su potencial. Impedirles que hagan cosas por sí mismos o sobreprotegerlos los deja indefensos para la vida real. Además, los vuelve dependientes y miedosos.
  • Comienzan a tomar decisiones por sí mismos.
  • Adquieren herramientas para afrontar cualquier adversidad. 

Cómo acompañar a tu hijo a hacer las cosas solo.

La autonomía no se consigue de la noche a la mañana, sino que se ejercita todos los días en las condiciones adecuadas.

Por este motivo, los adultos debemos ajustar el contexto para que el pequeño pueda tener sus propias experiencias libremente.

Es importante remarcar que lo que funciona con algunos niños puede no funcionar con otros. De allí que conocer a nuestro hijo es clave y debemos tener en cuenta sus temores, sus sentimientos y cómo expresa sus emociones.

Pensar en situaciones de transición

Antes de que el niño se quede a dormir en la casa de su abuela, es necesario pensar en un plan para que se quede más horas solo en este lugar.

De este modo, le permitimos descubrir sus emociones ante este escenario y también, desarrollar estrategias para canalizar la angustia de forma saludable.

Preguntarle cómo se siente

Por más que el niño haya tenido la iniciativa para organizar algún plan, es importante monitorear cómo se siente durante la experiencia y acompañar la gestión de sus emociones.

Al igual que nos pasa a los adultos, los niños pueden cambiar de opinión o las cosas pueden resultar muy distintas a como las imaginaban.

También es importante transmitirle a nuestro hijo que es válido arrepentirse y que no nos vamos a enojar por ello. Siempre puede recurrir a nosotros cuando no se sienta a gusto con algo.

No presionar

Muchas veces nos dejamos llevar por los propios deseos o ansiedades y aceleramos el tiempo de los demás. Pero es necesario entender que cada niño tiene su ritmo propio y que hay ciertos logros que se alcanzan con la edad.

Orientar y explicar

Para que los niños hagan las cosas por sí solos necesitan contar con cierta información y orientación. Esto no quiere decir que debamos imponernos sobre su manera de hacer determinadas actividades, sino guiarlo para que experimente de una forma segura.

No dejamos que un chico cruce la calle sin antes haberle dicho que tiene que observar el semáforo o mirar a ambos lados. En este sentido, las instrucciones deben ser claras y sencillas, adaptadas a su nivel de comprensión.

Alentarlo y reforzarlo

Tanto en los aciertos como en los desaciertos es importante motivar, apoyar e incentivar a los niños. Reconocer sus logros y felicitarlos es bueno, pero también es necesario enseñarles a disfrutar del proceso a pesar de los resultados.

ACTIVIDADES QUE LOS NIÑOS DEBEN HACER POR FUERA DEL JARDÍN INFANTIL.

septiembre 26, 2022

Qué actividades extraescolares son las mejores para los niños y también las más baratas

Sí, la natación, la pintura, la música o la danza están muy bien. Complementan todo lo que nuestro hijo aprende en el colegio y además le aportan muchos beneficios. Pero a veces (y parece ser que cada vez con más frecuencia) olvidamos esas actividades básicas, mucho más baratas y más enriquecedoras. Tal vez porque pensamos que es obvio, que son demasiado básicas… o porque simplemente no caemos en la cuenta de que son fundamentales para nuestros hijos.

Nos referimos a actividades tan necesarias para nuestros hijos como jugar … o aburrirse. Pero hay más. Observa con atención este genial esquema con las 7 actividades básicas que tus hijos deben hacer fuera del colegio. ¿Las tendrás en cuenta?

Ya sea durante la temporada escolar o en vacaciones, estas son sin duda las mejores extraescolares a las que puedes (y debes) apuntar a tu hijo. La idea, que parte de la escuela Montessori, nos parece perfecta para imprimir y tener siempre presente. Porque a veces se nos olvidan las cosas básicas. Y porque sí, ante tanta información, y tanta oferta de actividades fascinantes para nuestro hijo, cada vez nos resulta más difícil centrarse en las cosas importantes. Sin desmerecer a la práctica de fútbol, danza, música o pintura, estas otras extraescolares son mucho más esenciales y mucho más baratas:

1. Participar en las tareas de la casa. No es una propuesta. Es prácticamente una obligación. Si los niños tienen derechos, también obligaciones. Y entre ellas está colaborar en casa. Pero es que además estas tareas no suponen ningún castigo para ellos, sino más bien de un premio. Está demostrado que los niños que participan en las tareas del hogar se sienten más valorados y son mucho más independientes, lo que contribuye en hacer crecer su autoestima y en mejorar la confianza en sí mismos. Se sienten parte importante de la familia y además experimentan lo que significa por primera vez la responsabilidad. 

2. Jugar. Jugar con papá, con mamá, con los hermanos. Jugar con los amigos, con los abuelos o los tíos. Jugar con primos y vecinos. Jugar en soledad, porque también se puede. Jugar, que significa además (no lo olvides nunca) aprender.

3. Ir o salir fuera de casa. Salir de paseo. Salir al parque, de excursión al campo o si se puede… ¡a la playa! Salir de excursión implica para el niño moverse, saltar, correr, descubrir, imaginar. 

4. Dibujar. ¿Sabes la cantidad de beneficios que tiene para un niño usar sus lapiceros de colores? No hace falta que tu hijo sea un Picasso. basta con que use su imaginación. Pintar hace que desarrolle su psicomotricidad fina, que centre su atención, que potencie su paciencia, que mejore su autoestima, que imagine, cree, fantasee… ¿Necesitas más razones para animarle a dibujar?

5. Leer. Si hablábamos de los beneficios de dibujar, no podemos más que rendirnos a las maravillas de la lectura. Leer para un niño supone abrir una puerta enorme hacia el aprendizaje. Los libros son transmisores de valores, de emociones, de vocabulario… Ayudan a los niños a desarrollar la memoria, la atención, la comprensión lectora. Y por supuesto, incentivan su imaginación. 

6. Aburrirse. Tendemos a pensar que nuestro hijo debe estar ocupado constantemente con algo. ‘¡Que no se aburra!’. Así que programamos su agenda con ciento de actividades, le ofrecemos miles de juguetes, encendemos la televisión, jugamos con ellos para llenar esos pocos minutos que les quedan libres… Gran error. Esos minutos (los minutos que le quedan libres) son los que debemos dejar precisamente libres. Para que se aburran. ¿Sabes por qué? Porque el aburrimiento es un generador de ideas fabuloso. Si dejas que tu hijo se aburra, estarás potenciando su creatividad, su capacidad para inventar e imaginar. ¿No te parece fascinante? 

7. Nada de tele, tablet ni aparatos electrónicos en 24 horas cada dos días. Bueno, y aquí llega la actividad más polémica y complicada de sobrellevar. Sí, para qué negarlo: hoy en día, la tablet y la televisión están presentes en la vida de los niños todos los días de la semana. Ya ni imaginamos cómo era la vida antes, ¿verdad? ¿Y si probamos? ¿Y si intentamos llenar un día entero con otras actividades ‘no electrónicas’? ¿Qué pasará? ¡Intentémoslo!

Ya sabes, si tienes alguna duda sobre las extraescolares a las que deberías apuntar a tu hijo, o qué actividades puedes aprovechar para llenar sus días de vacaciones, observa durante un rato este esquema. ¡Y fuera dudas!

Groserías

abril 3, 2022

Nada es tan contagioso como el ejemplo.

AREAS DE DESEMPEÑO DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS EN EL PREESCOLAR

enero 23, 2022

AREAS DE DESEMPEÑO DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS EN EL PREESCOLAR

La educación preescolar es aquella que comprende desde los 2 a los 5 años  y se basa en la estimulación del desarrollo intelectual emocional y motriz en varias áreas para potenciar las capacidades del niño o la niña y prepararles para los aprendizajes que tendrán que realizar cuando comience en la educación primaria a cursar el grado primero en el colegio a la edad de 6 años.

EN EL ÁREA EMOCIONAL, los niños y las niñas aprenden a regular sus emociones, a resolver conflictos y a respetar las reglas de convivencia en el aula.

EN EL ÁREA DE LA COMUNICACIÓN, han de adquirir confianza para poder expresarse y dialogar con los demás potenciando la capacidad de escucha y comunicación.

INTERÉS POR LA LECTURA. Aun no saben leer ni escribir, pero en el preescolar se trata de potenciar el interés y gusto por los libros realizando lecturas de cuentos infantiles.

DESTREZA FÍSICA. Las actividades de psicomotricidad y juegos de movimientos corporales mejoran sus habilidades de coordinación, control, manipulación y desplazamiento.

LAS LETRAS Y LOS NÚMEROS, Aunque el objetivo primordial de la educación preescolar no son la lectura y las matemáticas, SÍ se pone a los niños y las niñas en contacto con el mundo de las letras, el lenguaje escrito, los números y la cantidad que representan en actividades de prelectura y prematemáticas.

INTERÉS POR EL ENTORNO. Se trata de formar a los niños para que conozcan los fenómenos naturales y a los seres vivos, al mismo tiempo que adquieren costumbres favorables al cuidado del medio ambiente.

ESTIMULAR LA CREATIVIDAD. Se fomentan iniciativas para que los niños y las niñas usen la imaginación y la exprese artísticamente por medio de la música, la pintura, el teatro etc…

VALORES: Los niños y las niñas han de reconocer los principios básicos para la vida en sociedad en base al respeto a los demás, la tolerancia, la empatía, la diversidad o la generosidad.

Importancia del desarrollo del lenguaje en los niños.

enero 8, 2022

Funciones del lenguaje: ¿Qué son y para qué sirven?

Las principales funciones del lenguaje explicadas para los niños con ejemplos.

El lenguaje es la base de la comunicación humana. Nos permite expresar lo que sentimos, comunicar nuestras ideas y pensamientos y relacionarnos con los demás. También es un recurso muy valioso que nos permite conocer el mundo que nos rodea, descubrir nuestra historia y dar forma a nuestros deseos y anhelos de cara al futuro. Este complejo sistema de símbolos, tanto fonéticos como escritos y verbales, da forma a nuestro mundo interior y nos permite ser quienes somos.

Sin embargo, aunque es habitual que pensemos en el lenguaje como un vehículo entre nuestro mundo interior y exterior, lo cierto es que no siempre lo utilizamos de la misma manera. A diario utilizamos las palabras para expresar todo tipo de ideas y emociones, pero siempre con un sentido particular. Esto es lo que se conoce como funciones del lenguaje, un concepto que los más pequeños de casa deberían conocer a medida que van apropiándose de la lengua y aprenden a comunicarse con quienes les rodean.

¿Qué son las funciones del lenguaje?

Las funciones del lenguaje hacen referencia a los distintos objetivos de la comunicación, es decir, la intención que tiene el emisor al construir una frase. Dicho en otras palabras, se trata de los diferentes propósitos con los que utilizamos el lenguaje en nuestro día a día. Por lo general, existe una función que prevalece por encima de las demás cada vez que nos expresamos, aunque en realidad todas las funciones del lenguaje están interconectadas, de manera que cuando nos comunicamos las otras funciones también están presentes, aunque se mantengan en un segundo plano.

¿Por qué es importante que los niños conozcan las funciones del lenguaje?

Más allá de enseñar a los niños a hablar y comunicarse con los demás desde una edad temprana también es importante enseñarles a utilizar el lenguaje con un sentido y propósito. Las palabras por sí solas solo son un concepto, pero cuando se utilizan con un objetivo adquieren un poder enorme. Los niños deberían ser conscientes de eso, así aprenderán a usar las palabras adecuadas según el contexto y sin perder de vista lo que quieren expresar.

Por eso, es importante enseñarles desde pequeños las diferentes funciones del lenguaje y explicarles cuándo y cómo utilizarlas. Obviamente, no basta con enseñarles la teoría, también es necesario ponerles ejemplos y motivarles para que practiquen en su cotidianidad hasta que sean capaces de reconocer las distintas funciones del lenguaje y utilizarlas de manera eficaz.

¿Cuáles son las principales funciones del lenguaje?

Existen diferentes clasificaciones de las funciones del lenguaje. Una de las más conocidas es la del lingüista, fonólogo y teórico literario ruso, Roman Jakobson, quien redefinió la teoría previa del lingüista Karl Bühler sobre la existencia de tres funciones del lenguaje, la simbólica o representativa, la sintomática o expresiva y la señalativa o apelativa. Para Roman Jakobson, esta clasificación resultaba insuficiente, por lo que añadió tres nuevas funciones a su teoría.

1. Función referencial, representativa o informativa

La función referencial, también conocida como representativa o informativa, se enfoca en transmitir el contenido del mensaje y la situación. Básicamente, se utiliza para transmitir una información de manera objetiva y directa. Por ejemplo, para decir “Son las cinco de la tarde”, “Cada vez más personas se quedan sin empleo” o “Las frutas son ricas en vitaminas”.

2. Función expresiva, emotiva o sintomática

También conocida como función emotiva o sintomática, la función expresiva se centra en el emisor y está relacionada con la subjetividad. Cobra protagonismo cuando se utiliza el lenguaje para expresar emociones, sentimientos, estados de ánimo o deseos. Por ejemplo, es la función predominante en frases como “Me siento muy bien”, “Te quiero mucho” o “Me siento más alegre que ayer”.

3. Función apelativa o conativa

Se entiende por función apelativa o conativa del lenguaje cuando el emisor tiene como objetivo modificar o condicionar la conducta del receptor. De ahí que este tipo de mensaje esté centrado en el receptor. En la práctica, suele relacionarse con las órdenes o preguntas, de manera que se utiliza sobre todo en los modos imperativos e interrogativos. Algunos ejemplos de este tipo de función son: “Llévale el cuaderno a Rosa y dale las gracias”, “Termina de leer y ve a la cama” o “¿Quieres ir a ducharte ya?”.

4. Función poética o estética

La función poética o estética se centra en el mensaje. A diferencia del resto de funciones, se utiliza para llamar la atención sobre la forma en cualquier uso del lenguaje, pero con un propósito estético. De ahí que incluya elementos estilísticos para destacar la belleza del lenguaje. Esta función es bastante común en los textos literarios, pero también puede utilizarse en frases de uso cotidiano como en el caso de los refranes. Por ejemplo, se utiliza la función poética en frases como “Quien madruga, Dios le ayuda”, “Haz bien y no mires a quien” o “En la oscuridad de la noche reinaba la luna”.

5. Función fática o relacional

La función fática o relacional se centra en el canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su objetivo consiste en iniciar, continuar, interrumpir o finalizar una conversación, así como comprobar si existe algún contacto entre el emisor y el receptor. Su finalidad no es informar sino facilitar el contacto social para centrarse luego en mensajes con un contenido. Algunos ejemplos de esta función son las frases “Hola, ¿me escuchas bien?”, “Hola, ¿te encuentras bien?” y “Hasta luego, ¡nos vemos mañana!”.

6. Función metalingüística

Se trata de una función muy peculiar ya que tiene el propósito de hacer referencia al propio lenguaje. De ahí que se centre en el propio código de la lengua. Suele utilizarse en definiciones, declaraciones o aclaraciones de la lengua. Se distingue en la lengua escrita por el uso de comillas o cursivas mientras que en la oral, destaca por la utilización de una entonación especial o un acento más intenso. Algunos ejemplos son de la función metalingüística del lenguaje son: “casa se escribe con ce”, “María tiene cinco letras” o “Antes de p o b siempre se usa la m”.

Consejos para conseguir que los niños coman (y mejor).

octubre 21, 2021

Puedes esclavizarte durante horas en la cocina, acudir a los mejores restaurantes, o incluso cenar con los mejores personajes de dibujos animados, que si a tu hijo/a le da por no tener hambre, o no le gusta la forma en la que la comida esté cocinada, por ejemplo, no podrás por más que quieras (usando métodos razonables) hacer que coma.

Sin embargo, sí que existen algunas cosas que se pueden hacer para aumentar esa posibilidad de que coman algo y vayan asimilando lo que significa alimentarse y hacerlo bien.

7 consejos para conseguir que los peques coman (y mejor)

  • Ofrece una amplia variedad de alimentos nutritivos

La alimentación de los niños puede ser muy impredecible y fluctuar esporádicamente. Es decir, que pueden amar algo un día y odiarlo al siguiente, o morirse de hambre en un minuto y al otro creer que van a explotar…Servir una amplia variedad de alimentos y alentarles, poco a poco, a comer alimentos equilibrados en cada comida, eliminará muchas batallas innecesarias con los peques.

  • Enseña a los niños a ver la comida como combustible para estar activos

Educa a tus hijos leyendo libros y discutiendo cómo funciona nuestro cuerpo. Comprender por qué necesitamos ese combustible, que es la alimentación, y qué tipo de alimentos nos proporcionan la mejor de las gasolinas, ayudará a los peques a tomar decisiones mucho más sabias en el futuro.

  • No obligues a los niños a comer

Hacer que la comida sea un elemento de disputa entre tú y tus hijos hará, muy probablemente, que pierdas la batalla. ¿Cómo obligar a un niño a tragar algo que no quiere? Y aun consiguiéndolo, los niños son muy hábiles haciendo creer a los adultos que comen, pudiendo llegar a extremos como el de esconder comida en las mejillas o incluso en los bolsillos, o amenazando con vomitar. Y aunque esto sea duro, es preciso que los mayores logremos ponernos en su lugar: ¿disfrutarías si te obligaran a comer algo que detestas absolutamente o que te desagrada por la razón que sea?

Se puede y debe enseñar a los niños otros valores alejados de la idea de conseguir las cosas por la fuerza, como el estar agradecidos por tener mucho para comer o el ser compasivos y compartir con otras personas…pero nunca recurras a la enseñanza de valores positivos como una amenaza o chantaje, pues tus intenciones caerán en saco roto.

  • Compra siempre alimentos ricos en nutrientes

Los alimentos que tengas disponibles en tu hogar influirán en la dieta y en el estilo de alimentación de tus hijos. Ten en cuenta la moderación y la variedad cuando vayas a la compra y, aunque no es necesario renunciar a los caprichos, procura que estos sean siempre algo eventual y que, a ser posible, no se encuentren al alcance de los niños, pues su capacidad de control es mucho menor que la de los adultos.

  • Involucra a tus hijos en la planificación de las compras y en la preparación de los alimentos

Alienta a tus hijos a tomar decisiones sobre qué comer y cómo comerlo, fomenta las habilidades de pensamiento independiente y la toma de decisiones responsable. Las habilidades involucradas en la preparación de los alimentos serán también muy útiles para el resto de sus vidas. Otros aspectos, como enseñar a tomar porciones pequeñas, ayudará a prevenir las malas digestiones y a tener un consumo mucho más responsable de los alimentos.

  • Establece un ejemplo positivo

Forzar a un niño a terminar ese último bocado que le queda y ya no quiere, puede fomentar en realidad los malos hábitos alimenticios. Míralo de esta manera: es más dañino animar a comer en exceso que alimentar según nuestras necesidades reales, por lo que es más importante que eduques en una alimentación correcta y lo que significa tenerla para nuestra salud, que atiborrar de fritos y comidas grasosaturadas a tus hijos.

  • Prepara la comida que los niños disfrutan

Los alimentos vienen en una variedad de texturas, temperaturas, sabores y combinaciones. Esto, junto a la amplia variedad de alimentos que existen, permite que haya muchas opciones nutritivas para casi cualquier paladar. Se sensible con tus hijos y sirve los alimentos que más disfruten a menudo, junto con los alimentos que consideras que deberían probar o consumir más. A la hora de merendar o picar algo, no te olvides de los tentempiés o los bocadillos saludables.

En conclusión, teniendo en cuenta lo que le guste a un niño/a y lo que no, acostumbra a servir porciones del tamaño de un niño pequeño y anima a los peques a probar nuevos alimentos, pues esto ayudará a crear una actitud positiva hacia la comida y la alimentación. Una parte muy significativa de nuestras vidas gira en torno a la comida: planear, crecer, comprar, preparar, servir, comer, limpiar después… Por ello, hacer de la alimentación saludable y todo lo que conlleva una experiencia positiva para nuestras familias, es un regalo para todos cuyos efectos perdurarán toda la vida.

IMPORTANCIA DEL PROYECTO SOY PARTE DEL UNIVERSO.

septiembre 17, 2021

Los niños pequeños son curiosos por naturaleza. Se plantean preguntas sobre el mundo que los rodea y sienten un profundo impulso de investigar cómo funcionan las cosas. Los padres deberían aprovechar esa curiosidad innata y canalizar su entusiasmo hacia la ciencia, de manera que los pequeños entren en contacto con el mundo científico lo antes posible.

De hecho, ¿sabías que los intereses que los niños desarrollan a una edad temprana determinarán en gran medida los intereses que tendrán más adelante en la vida? Un estudio realizado en la Universidad de Úlster reveló que a los 5 años la mayoría de los niños ya se ha formado una imagen básica sobre las diferentes ciencias. Un poco más tarde, alrededor de los 7 años, han desarrollado una actitud positiva o negativa hacia la ciencia en general que permanecerá arraigada durante mucho tiempo.

Aprovechar sus predisposiciones naturales desde el inicio, durante las primeras fases de su desarrollo, puede alimentar una actitud positiva hacia la ciencia que permanecerá con ellos en el futuro animándolos a explorar y experimentar diferentes áreas del conocimiento científico mientras desarrollan sus intereses y pasiones.

¿Por qué los niños deberían aprender ciencias desde pequeños?

1. Proporciona un conocimiento más amplio del mundo

Las ciencias proporcionan a los niños una imagen más amplia sobre cómo funcionan las cosas. Les brindan información sobre el mundo que los rodea, desde el cuerpo humano hasta la mecánica de un automóvil o el sistema solar. Ese conocimiento se convertirá en la base para asimilar nuevos conceptos, encontrar las interrelaciones entre fenómenos y desarrollar una perspectiva más completa sobre su realidad.

2. Fomenta las habilidades de resolución de problemas

Los problemas científicos son desafíos que promueven el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas en los niños. La ciencia estimula los procesos de análisis y síntesis, dos operaciones básicas del pensamiento, además de promover las habilidades investigativas. Los niños aprenderán a formular preguntas e intentarán contrastar las hipótesis siguiendo un método, lo cual les ayudará a desarrollar el pensamiento lógico. La ciencia también les animará a pensar por su cuenta y llegar a sus propias conclusiones potenciando un pensamiento más libre y autónomo.

3. Desarrolla competencias necesarias para la vida

Las actividades científicas brindan a los niños oportunidades para desarrollar y practicar diferentes habilidades y cualidades que serán claves para su vida futura. Les enseñan a mantenerse concentrados en una tarea y les animan a tomar decisiones informadas y sacar sus propias conclusiones en base a sus observaciones y experimentos. La ciencia también puede estimular las habilidades colaborativas y de trabajo en equipo, así como las competencias comunicativas de los niños y ampliar su vocabulario.

4. Estimula la creatividad

La ciencia enseña conceptos y leyes básicas, pero no es dogmática. De hecho, una de las grandes ventajas de enseñar el método científico a los niños consiste precisamente en que contribuye a desarrollar su creatividad. Con las ciencias los niños aprenden a generar nuevas ideas, establecer conexiones entre diferentes conceptos y buscar soluciones originales, lo cual puede conducirles a inventar nuevas tecnologías en el futuro.

5. Alimenta el respeto por la naturaleza

Un niño que comprende cómo está formada la Tierra y el delicado equilibrio que existe entre los seres vivos, será un niño mucho más comprometido con el cuidado del planeta que querrá hacer un uso más racional de los recursos naturales cuando sea mayor. Comprender el impacto de los cambios ambientales y la actividad humana en los ecosistemas desarrolla la conciencia medioambiental desde una edad temprana y fomenta el amor y respeto por la naturaleza.

¿Cómo promover el interés por la ciencia en los niños?

Una encuesta realizada en la Universidad de Harvard reveló que una cuarta padre de los padres considera que la escuela no presta suficiente atención a la ciencia en sus programas educativos. No obstante, independientemente de las materias que se impartan en el colegio y sus horas lectivas, en casa también se puede desarrollar el interés por la ciencia desde una edad temprana.

Explorar juntos

La ciencia está en todas partes y puede ser muy sencilla y divertida. Una visita al parque o una tarde en el patio brindan muchísimas oportunidades para que los niños aprendan cosas nuevas. Por tanto, anima a tu hijo a explorar su entorno y luego pídele que te cuente lo que ha descubierto. Puede observar la vida en una colonia de hormigas o ver cómo se va formando una tormenta. Cada día existen muchísimas oportunidades de aprendizaje que se pueden aprovechar. Y si te pregunta algo, pero no conoces la respuesta, confiésalo e investigad juntos.

Articula conocimientos

La ciencia es acumulativa, lo cual significa que los niños desarrollarán conocimientos a partir de lo que ya saben. De hecho, es una materia ideal para promover un aprendizaje significativo, el cual se construye sobre el conocimiento previo. Para estimular este tipo de aprendizaje debes partir de lo que tu hijo ya conoce y ampliar su conocimiento sobre ese tema. No es difícil. Por ejemplo, cuando te haga una pregunta, indaga sobre lo que conoce y articula tu explicación en base a esa información.

Cómprale juegos de ciencias

La ciencia puede ser muy divertida. Si tu hijo muestra un interés especial por algunos temas, aprovecha esa curiosidad y facilítale juegos que le permitan profundizar en las ciencias. Un microscopio, por ejemplo, podría convertir un viaje al estanque en una tarde de maravillas y aprendizaje. También hay otros juguetes muy divertidos, como kits de química para que realice experimentos en casa o incluso kits de excavaciones fósiles para que se convierta en paleontólogo por un día.

No olvides los libros

Los libros también son ventanas hacia la ciencia. Solo tienes que asegurarte de que no sean aburridos. “Martín el científico”, por ejemplo, es un libro infantil de ciencia perfecto para los niños que están dando sus primeros pasos en ese mundo fascinante. Su protagonista es un pequeño de nueve años con el que los niños se identificarán rápidamente.

Beneficios del juego simbólico y de roles en los niños.

agosto 21, 2021

Qué es y como fomentar el juego simbólico y de roles en los niños

Para los niños, el juego es un asunto muy serio. A través de esta actividad desarrollan muchas de sus destrezas y se van formando una imagen del mundo. El juego simbólico es particularmente importante pues se refiere a la capacidad del pequeño para imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel de otras personas. Se trata de una actividad en la que el niño pasa continuamente de lo real a lo imaginario.

A través de este juego el niño representa, de forma simbólica, los roles y las situaciones del mundo que le rodea. Este juego implica “hacer como si” comiera, usando un palillo en vez de una cuchara o “hacer como si” fuera la madre o el doctor de su muñeca.

Se trata de una actividad que le ayuda a ampliar su lenguaje, desarrollar la empatía y, sobre todo, consolidar sus representaciones mentales. También es una vía para que el niño canalice sus preocupaciones e incluso le permite encontrar soluciones a sus conflictos ya que recrea diferentes situaciones a través del juego.

¿A qué edad comienza el juego simbólico?

Generalmente el juego simbólico comienza a los dos años, aunque depende mucho de la madurez psicológica de cada niño. Esta actividad aparece cuando el pequeño desarrolla la capacidad para crear y trabajar mentalmente con los símbolos.

En un primer momento el niño se limita a reproducir la vida cotidiana de los adultos, los cuentos que les leen sus padres y los dibujos animados. De hecho, a los dos y tres años la visión del niño aún es muy egocéntrica y prefiere jugar solo o con sus padres. Sin embargo, poco a poco, a medida que se consolida el lenguaje, su imaginación y la capacidad de representación; va recreando escenarios más complejos, frutos de su fantasía e incluye a otras personas en el juego.

De hecho, un aspecto fundamental de esta nueva actividad es el juego compartido. En un primer momento el niño comparte su juego con los padres pero más adelante comienza a disfrutar jugando con sus coetáneos. En este punto son capaces de establecer una meta común y ciertas normas del juego. Poco a poco, el juego simbólico se complejiza y se hace grupal, por lo que pasa a ser un proceso de socialización propiamente dicho.

Este cambio se produce a los 4 o 5 años, edad en la que el niño ya tiene las herramientas psicológicas necesarias para compartir el simbolismo del juego con otros pequeños. Así, la niña que antes jugaba a ser la madre de su muñeca, ahora incluye en el juego a otros pequeños, que asumirán diferentes roles, como el padre, el doctor y la maestra.

Tres ideas para estimular el juego simbólico

Aunque el juego simbólico es una actividad espontánea, los padres también pueden estimularlo.

  1. Juega con tu hijo. Aprovecha cualquier ocasión y sumérgete en el mundo de fantasía que ha creado tu hijo. Siéntate a beber té o juega a los médicos. Disfruta de ese momento y ayúdale a aprender, intentando que la situación sea lo más cercana posible a la realidad.
  2. Asegúrate de que tenga juegos de roles. Tu hijo se sentirá más motivado si tiene un kit de repartidor de correos, una cocinita perfectamente equipada o un kit de primeros auxilios. De hecho, ni siquiera es necesario que compres esos juegos, puedes confeccionarlos en casa.
  3. Ayúdale a recrear personajes y situaciones. Si tu hijo aún es pequeño, es probable que tenga un repertorio limitado de situaciones y personajes que puede imitar. Por eso, puedes proponerle nuevos personajes y contextos con las que tu hijo se pueda identificar, que estimulen el juego simbólico.